miércoles, 22 de junio de 2022

Bogotá. Miércoles 22 de junio 2022


 De más esta decir que amaneció con frío, pero si: amaneció con frío. Sin embargo, y aunque estaba nublado no llovió. Al menos, no temprano.

Mi jefa llegó ayer de Italia y me sorprendió encontrarla muy animada y sin señales de jetlag. Me dió unos chocolates de regalo y dos cinturones que me envió Pippo, su esposo, de regalo. Tristemente los cinturones no eran de mi talla (más pequeños) y no me quedó de otra que devolverlos. Ni modo.

Mis labores comenzaron haciendo compras de víveres y operaciones bancarias, para luego dedicarme a otras de mi trabajo. En realidad, lo mismo que todos los días de trabajo.

El almuerzo lo devoré rápido, mostrando lo muerto de hambre que soy. No tengo remedio.

Hoy conocí a una chica británica de 29 años, médico, que trabaja en Afganistán. Su madre, ya fallecida era venezolana y la chica quiere un amigo que le hable de Venezuela. Le iba a escribir hoy, pero estoy cansado.

Sigo mañana.


Fin

No hay comentarios:

Publicar un comentario