sábado, 7 de septiembre de 2019

Bogotá. 7 de septiembre 2019.

Hace unas semanas vinieron mis cuñados. Mi cuñada Diana, su esposo y su hijo menor emigraron a Mexico y pasaron por aquí unos días. Su hermano, con su esposa y sus dos hijos también vinieron a despedirlos,  así que durante 4 días nuestro apartamento estuvo lleno de gente, actividad, ruido... y comida.
Me gustó tener gente en la casa, pero no me gustó no tener nada que ofrecer, incluso me dio vergüenza salir a trabajar con Susana y hacer menos de $10.000 diarios. Eva no me ayuda para nada pues sigue desconectándose cuando mas pedidos hay y la batería solo dura 3 horas...
He probado todas las combinaciones posibles: salir mas temprano, apagar datos cuando no hay pedidos,  llegar mas tarde a fin de día y nada. Solo hago $12.000 diarios o menos.

Este mes hay que pagar mas cosas pues con la visita, hubo mas consumo. Y ahora si es verdad que no hay con que pagarlas.

Estoy intentando refugiarme en la oración y  aun no veo ningún cambio positivo.
Ya perdí 15 kilos de peso y masa muscular, viendo mi piel arrugada. Ahora si me veo viejo y ya estoy cansado de rodar y rodar y rodar para no producir nada.

Hoy me siento abandonado, ignorado, inútil, con hambre, infeliz, angustiado. Para como, no puedo decir nada en casa pues se dice que debo quitarme la nube negra de encima. Como si fuese una elección.

No hay comentarios:

Publicar un comentario