Hace 4 días cumplí 55 años.
Como mencioné en mi artículo de facebook: esta vez, tampoco logré celebrarlo con Guaco.
Eso no quiere decir que lo pasara mal. Ayer le comenté a Joneyra, una amiga de mi adolescencia, que desde hace pocos años, mis cumpleaños se ha reducido a un evento muy íntimo, cada vez mas pequeño, tanto que ya no tengo una torta para repartir y en su lugar, celebramos con un ponqué, un postre o una porción de panaderia.
Y no me quejo en lo absoluto. Disfruto mi día muy contento y sonriente.
Recibí mensajes de voz y texto de todas partes. Se siente y se sabe de quienes son falsos y cuales salen del corazón. Afortunadamente como yo, algunos no se molestaron ni siquiera en enviar un sticker y lo agradezco, pues no me calo hipocresias.
De igual forma, felicité a algunas personas que por coincidencia, también celebran su cumpleaños en la misma fecha... Tampoco agradecieron.
Recibí un regalo de mi jefa Flor con un pequeño mosse de parchita, un mosse de chocolate y oreo, de Yaneth y Paula, junto con un adaptador para mi celular. Todos regalos para el celular. Y de Maracaibo me hicieron una torta y un bonito video.
Aunque pocos, tengo muchos amigos. Exactamente los que necesito y se que el grupo se ira reduciendo cada vez mas.
Mientras, seguiré celebrando mas cumpleaños en la intimidad, hasta el día que pueda hacerlo con Guaco de fondo.
Falta poco para los 85...
Diego.