Ha pasado algo de tiempo desde mi último post. Las cosas no han mejorado y llega un momento en que uno llega a pensar que es correcto que pase lo que está pasando.
No he dejado de creer en Dios, su sabiduría, ni he dejado de darle gracias por todo lo que me dio y me ha dado. Y sigo esperando mi deseo mas preciado. Sueño 20 horas al dia con eso.
Mientras, aquí en el mundo real la vida sigue igual: tengo 54 años, salí de un país controlado por bandidos. Sin extenderme en el tema. Y ahora vivo en otro país que, al parecer, quiere vivir igual.
Aquí no tengo trabajo. Algunas veces, hago algunas tareas y diligencias para una persona. Mientras, mi esposa se revienta el lomo trabajando para mantenernos. Nuestra vida es como llenar una caja: no podemos aspirar a tener algo mas.
Ya nos vacunaron a los dos y esperamos que algun día vacunen a Paula. Este es su último año de bachillerato y estos seis meses serán más duros. No tengo como pagar la universidad, así que a mi chiquita le tocará trabajar muy duro para poder estudiar.
La realidad (como comenté) es clara y se muestra mas cada día. Las personas que creí tener "cerca" ya no están. Dejaron de hablarme, dejaron de buscarme y yo, en verdad... me aburrí de perseguir a la gente y agradarles. Cada quien en su mundo. Mis redes sociales son lo mas inutil que tengo.
Bueno, esta semana no tengo como pagar servicios y eso dice bastante.
Mañana será otro día.
D.