martes, 24 de marzo de 2020

Bogotá. 24 marzo 2020

Desde el viernes, cuando se declaró un simulacro he salido un par de veces. Necesitaba hacerlo. Y es que aunque en casa me siento cómodo y relajado, normalmente, cuando estaba solo, pues, salia un rato, me tomaba un caf, respiraba algo de aire y seguia mi rutina. Ahora, me siento ahogado. Con mi hija y mi esposa en casa, me siento ahogado.
Y no es que me presionen o me atosiguen, pero por alguna extraña razón, me siento muy presionado y angustiado. Hoy salí a comprar unas cosas que hacian falta y la calle me estresó. Parecía que todos memiraban y que en cualquier momento la policia iba a llegar a preguntarme que hacia en la calle. En una tienda, solo estaban dejando pasar de dos personas para evitar la acumulación de gente dentro de la misma. Sentia que cada vez que respiraba, me tragaba cualquier cantidad de virus del aire. Es una horrible sensación.
Afortunadamente, conseguí antibacterial, que, aunque no sirve para una mierda en esta situación, le da tranquilidad a algunas personas de mi entorno.
Los jefes de mi esposa, preocupados por los ingresos de su empresa, presionan al personal para que trabajen a toda costa, sin importar condiciones impuestas por entes gubernamentales para detener la pandemia. Es decir: si sales, corres el riezgo de contagiarte, pero igual la empresa debe seguir funcionando. El gobierno prometió que va a dar ayuda a las empresas para pagar las nominas, pero en la práctoca todos saben que eso es imposible o es algo a largo plazo. Y los arrendadores no comen con buenas intensiones gubernamentales.
La familia de mi esposa, persisten en el afan de inmiscuirse en las decisiones de mi familia, como si mi casa fuese casa de ellos y se atreven a opinar sobre cualquier decisión que yo tome al respecto. Para ellos todo es un mundo de fantasia y perfección que ni ellos mismos disfrutan. Aquí para tener, hay que trabajar. No se cuanto pueda aguantar callado antes de explotar, porque no es facil sentir que estas pintado en la pared. Considero que es una falta de respeto para conmigo.
Esta es una dificil situación donde no se como salir de manera sencilla pues estoy entre mi esposa y la familia de ella. Cualquier comentario que le haga, puede desencadenar un grave conflicto familiar y de pareja.

lunes, 23 de marzo de 2020

Bogotá. 23 marzo 2020

Nos enfrentamos a una pandemia. Y no solo eso, sino todas la repercusiones que esto trae, pues no solo es enfermarse y morir,  sino la modificación de lo que nos rodea.
Comenzando por el echo de que no se puede salir a la calle y menos a trabajar o estudiar. Evitar aglomeración de personas es prioritario. Así que  el único ingreso que teníamos,  que era el de Yaneth, pues ahora tampoco existe. A Paula le enviaron tarea para la casa pero ¿quien le explica? Ok, algunas cosas su mamá  o yo las entendemos, pero ¿y las que no? porque, ok, ahora tenemos internet y puede investigar, pero sigo firme en el pensamiento de que es preferible (para los chamos) que alguien les explique.
Normalmente, por motivos netamente económicos (no puedo comprar cerveza ni 20 kilos de café) no salimos de casa. Pasamos nuestros fines de semana en casa, ya sea estudiando (Pau) o haciendo quehaceres domésticos. Asi que salir no es algo que nos afecte...  hasta ahora.
A medida que avanza la cuarentena, me voy sintiendo ahogado y angustiado en mi propia casa, llegando a hiperventilar y sentirme realmente encerrado. He buscado opciones, como ver fotos, ver películas viejas, series, trato de leer libros he incluso video llamadas a mis familiares en USA. Y al concluir, vuelve la angustia.
Las redes solo sirven para angustiar y crear conflictos. Mi grupo de amigos han pasado todo tipo de informaciones. Aplaudo y agradezco todo lo que los 5 médicos del grupo han explicado hasta el cansancio los cuidados que debemos y que no debemos hacer. Y sin embargo, algunos salen a pasear en moto. NO entiendo. A mi me tienen prohibido mis familiares, de salir a la calle y no me queda de otra que hacerlo.
También me he vuelto un poco intolerante. Algunas cosas ya comienzan a molestarme y no entiendo porque. Tal vez, sea el echo de que en realidad mi mente esta procesando que tenemos que quedarnos encerrados en casa por un periodo de tiempo muy largo y que no tenemos dinero para soportarlo. Puede ser eso.
Mientras, pues seguimos con nuestra rutina diaria: desayuno, ver nuestros teléfonos, conversar, estudiar, ver videos o películas, almorzar, lo miso otra vez, cenar, lo mismo otra vez y dormir. SE vuelve un ciclo.
Bueno, mientras aprovechare estos dias para escribir un rato.

Besos